miércoles, 23 de noviembre de 2011

“Una Anemia Infecciosa amenaza la población de salmones canadienses”

La agencia de Inspección Alimentaria de Canadá (CFIA) registró a mediados del 2011 un brote de AIS (Anemia Infecciosa del Salmón), que afecta a las granjas salmonicultoras en poblaciones de salmón rojo (Oncorhynchus nerka), silvestre de la costa canadiense de Columbia Británica.

 (Foto: Alexandra Morton)
 
Los dos animales que dieron positivo, con el siguiente cuadro clínico: branquias pálidas, abdomen dilatado, petequias en los ojos y edemas en escamas, provenían de Rivers, a unos 100 kilómetros al norte de una gran concentración de granjas salmonicultoras, donde predomina la industria de piscifactorías de origen noruego (con salmones importados de salmón atlántico). Se sospecha que el virus llegó a Columbia Británica a través de huevos importados de Islandia.
 
Se trata de un ortomixovirus, no zoonosico y se desconoce el efecto en el salmón rojo pero es altamente contagioso y letal para el salmón del Atlántico (90% de mortalidad), pudiendo infectar también a otros miembros de la familia de los salmónidos, siendo algunos de ellos asintomáticos. Se transmite principalmente por fómites y agua, sobre todo en poblaciones muy densas. La enfermedad empieza a gestarse en una jaula y pueden pasar varios meses antes de que se desarrolle en las jaulas vecinas siendo la vigilancia fundamental para que no se expanda porque una vez que la ISA aparece, no existe un tratamiento eficaz.
  
Preocupación en Noruega por la aparición del virus en Canadá

Los pueblos indígenas de la Columbia Británica, conocidos como “First Nations”, han luchado durante años contra el sector de la acuicultura. Ellos piensan que está fuera de lugar que se críe salmón atlántico en el Pacífico y que todo el sector es una gran amenaza contra el salmón salvaje de la zona. Desde Noruega el líder de pescadores en los fiordos noruegos culpaba a los grandes productores noruegos del brote y señalaba que “han colocado las granjas muy juntas entre si y cerca de los ríos salmoneros y zonas donde el salmón vive, además, eso de criar en granjas abiertas ya no es viable”.
 
Un representante de la industria por su parte aseguró que el salmón del Atlántico cultivado nunca había dado positivo para el virus ISA, aunque los investigadores afirman que se han informado de casos con síntomas similares al ISA en el salmón cultivado en la zona con sintomatología parecida.
  • ¿A quién se debería responsabilizar de este brote? 
  • ¿Qué medidas habría que aplicar para que en un futuro no volviera a ocurrir algo similar?
  • ¿Qué consecuencias sanitarias puede tener la producción de especies foráneas como el salmón atlántico en un río?
Fuentes:
  
Autores: JGA, DEA, JCG, CAZ, ABM, MPL

5 comentarios:

  1. Parece que la única relación posible, es que el virus provenga de la zona de gran concentración de granjas salmonicultoras. A parte, debido a la posible transmisión vertical del virus, se podría investigar los huevos importados de otras regiones.
    Las consecuencias de esta actuación son fundamentalmente a nivel de las especies salvajes. En este caso, la aparición de este virus representa una amenaza seria para la vida silvestre de los salmones que habitan en los ríos; además de que en caso de infección actuarían propagando el virus.

    Las medidas que hay que aplicar son de prevención. Hoy por hoy el control de esta enfermedad, así como del resto de los procesos víricos en acuicultura, se basa en el uso de medidas higiénico-sanitarias y control de los peces, así como de cualquier otro factor que les produzca estrés y que se transforma en factor predisponerte de cara a la aparición de la enfermedad infecciosa, como son el manejo adecuado, control de la excesiva densidad de población, etc.
    Tampoco puede olvidarse que puede haber transmisión vertical, y como medida para reducirla, hay que desinfectar los huevos embrionados en fases de incubación.

    IVM.

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  2. En cuanto a la introducción de especies foráneas, como es el Salmón Atlántico en Canadá, existe el riego de que pequeños cambios en estos virus, que en un principio solo afectaban a esta especie de salmón les permita volverse mucho más patógenos y afectar a una gama más amplia de animales, pudiendo ocasionar la enfermedad en especies salvajes autóctonas de la zona.

    En cuanto a las medidas para prevenir que la enfermedad vuelva a aparecer podemos destacar:

    - Control del tránsito de barcos, el movimiento de peces, suministros y personas.
    - Limpieza y desinfección de barcos y equipos antes y después de visitar los diferentes sitios.
    - Limpieza y desinfección rigurosa de personal, equipo y herramientas.
    - Siempre que sea posible, se debe dedicar personal y equipos diferentes para cada sitio.
    - Los buzos deben desinfectar su equipo antes y después de bucear, y entre las jaulas.
    - Se recomienda que las jaulas con los peces más jóvenes sean sumergidas primero, y las jaulas con mayor mortalidad, las últimas.
    - Los peces muertos deben retirarse regularmente de las jaulas.
    - Desinfección de los desechos, aguas residuales, instalaciones de los mataderos y plantas de procesamiento de pescado.
    - Las granjas deben estar separadas por una distancia que impida que el virus se propague fácilmente.
    - A fin de reducir la transmisión de los peces mayores a los más jóvenes, los sitios se deben poblar una sola clase anual. (Los salmones que ingresaron al mar en el mismo año son una clase anual).
    - Es útil el descanso entre las clases anuales (Vacío sanitario).
    - Control de piojos de mar, ya que pueden estar involucrados en la transmisión.
    - Minimizar el estrés.
    - Hay vacunas comerciales disponibles en algunos países incluido Canadá, pero su uso está prohibido en la Unión Europea.

    M.G.G (5A)

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  3. La detección de este agente patógeno, de importancia en la industria de piscifactorías de origen noruego, en las poblaciones silvestres, demuestra la estrecha interacción entre ambos compartimentos y fundamenta la ejecución de estudios epidemiológicos que permitan profundizar en el conocimiento y optimizar las medidas actuales de control de enfermedades en acuicultura.
    La estrategia de prevención debería orientarse a mantener esos ecosistemas libres de la enfermedad, adoptando medidas que prevengan o impidan la introducción del virus. Estas medidas deberían basarse principalmente en la mantención de un estatus sanitario óptimo, o bien libre, de los sistemas productivos intensivos y de sus respectivas poblaciones de peces, sin considerar la adopción de medidas de control específicamente orientadas hacia las poblaciones silvestres, más allá de su eventual influencia en la epidemiología del centro de cultivo. Por otra parte, dadas las características de las relaciones que se pueden establecer con una población de peces silvestres, que a diferencia de las poblaciones de cultivo, no se tiene un control absoluto y directo de su número, densidad, distribución, movilidad o alimentación, es que las medidas de control y prevención de este agente patógeno deberían definirse en términos generales, a modo de una zona epidemiológica, considerando a la población en cultivo como un ente integrante del ecosistema y que como tal puede influir y determinar fuertemente el comportamiento sanitario de la población silvestre en cuestión, y obviamente del ecosistema en general.

    Control del estatus sanitario general de las poblaciones productivas

    - Elaboración de un estudio de análisis de riesgo de introducción del agente incorporando como potenciales factores al menos: número de concesiones presentes, número de centros en operación, número de empresas, historial sanitario de las empresas operadoras, biomasa introducida y producida, características ambientales y características limnológicas.

    - Creación de zonas y/o compartimentos de acuerdo al nivel de riesgo determinado en el análisis de riesgo previamente mencionado.

    - Elaboración de un programa de bioseguridad específico para cada zona o compartimento, que apunten a su mantención en categoría libre. Es importante que estos programas incorporen códigos de conducta orientados hacia el mejoramiento de la bioseguridad y reducción de los riesgos de transmisión.

    - Implementación de medidas generales de bioseguridad tales como:
    • Control y registro de movimientos (ingresos y salidas de peces).
    • Control y registro de visitas.
    • Control de higiene y limpieza e implementación de barreras sanitarias.
    • Políticas “todo dentro - todo fuera” (all in - all out) y separación etaria de los
    • grupos de producción.
    • Diseño, implementación y monitoreo riguroso de un programa de control de escapes.
    • Incorporación de períodos de descanso sanitario y productivo para recuperación
    • de centros.
    • Concientización y entrenamiento del personal de trabajo.

    - Las medidas sanitarias oficiales vigentes deberían incluir la certificación sanitaria acreditando el origen de los peces que ingresan como zona libre de AIS y un muestreo y análisis de los peces que ingresan para certificación sanitaria que indique que el grupo o lote se encuentra libre del agente.

    - Fomentar e incrementar el uso de sistemas productivos cerrados (pisciculturas de
    recirculación), con incorporación de tratamiento de aguas residuales, ya que disminuyen el riesgo de incorporación de patógenos en el ambiente.

    - Exigir a través de la estructura regulatoria se prevenga la introducción de especies no
    nativas.


    D.M.R (8B)

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  4. Control del estatus sanitario general de las poblaciones silvestres y asilvestradas

    Con respecto a las poblaciones silvestres y asilvestradas, en la actualidad no existen actividades equivalentes a los programas sanitarios oficiales, de aplicación en estas poblaciones por lo que sería importante implementar un sistema de monitoreo permanente de la presencia de este agente en las zona. Más aún, sería importante incluir en el análisis de estos eventuales resultados una comparación o contraste, con los resultados de los análisis realizados por las empresas o centros de cultivo en sus peces, de modo de establecer eventualmente patrones recíprocos de influencia sanitaria entre los peces en crianza intensiva y las especies silvestres.

    D.M.R (8B)

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  5. La introducción de especies foraneas siempre conlleva cierto riesgo, la posible mutación y adaptación a otras especies del virus que provoca la Anemia Infecciosa del Salmón es un riesgo que hay que tener en cuenta. También habría que valorar la posible transmisión vertical de este virus a los huevos importados desde Noruega, ya que esta podría ser la causa de este brote.

    Así pues, el mejor mecanismo de control de estas enfermedades es la prevención mediante la aplicación de medidas de carácter higiénico sanitarias basadas en la limpieza de los estanques, el uso continuado de desinfectantes (amonios cuaternarios, formalina, clorados, organofosforados, iodóforos) y medidas que eviten el estrés de los animales tales como manejo adecuado, el control de la excesiva densidad de población, anestesia a los animales en la manipulación de los mismos, etc.
    La posibilidad de que la enfermedad se transmita de forma vertical, hace que el momento de la fecundación de los huevos pueda constituir un punto clave en la infección de los mismos, por ello, la fecundación deberá realizarse en presencia de Iodóforos que inactivan el virus, lo que evitará (o reducirá) la posibilidad de que se produzca la transmisión vertical.
    Del mismo modo, debemos controlar la entrada en la piscifactoría de potenciales portadores asintomáticos, de forma especial las especies ícticas de vida salvaje existentes en el río que pueden ser portadores de los virus y provocar de nuevo la infección en la piscifactoría, así como las aves ictiófagas y mamíferos que pueden entrar en las mismas, y que actúan como vehículos de los agentes víricos.
    -Las importaciones de huevos embrionados y alevines deben realizarse a partir de piscifactorías que posean certificados expedidos por laboratorios oficiales en los que quede demostrada la ausencia de, no sólo ésta sino de todas, las enfermedades de las listas A y B del código Zoosanitario Internacional de la O.I.E. y de las listas I y II de la legislación de la Unión Europea para la acuicultura.
    - Una vez instaurada la enfermedad en la piscifactoría, deben establecerse medidas de erradicación que pasan por realizar el vaciado sanitario de la misma durante un período mínimo de 3 meses con desinfecciones continuas a base de clorados, cal viva y amonios cuaternarios en los estanques. Una vez que se haya cumplido esta etapa, la reintroducción de nuevos animales se
    realizará a partir de explotaciones que puedan demostrar estar exentas.

    Las especies foraneas representan una de las principales amenazas a la diversidad biológica, especialmente en ecosistemas geográfica y evolutivamente aislados. Este proceso de invasión puede verse incrementado por el aumento del comercio mundial, el transporte, el turismo y el cambio climático. Cuando las especies foráneas llegan a asentarse, los trastornos que pueden ocasionar son numerosos: desplazamiento de especies autóctonas, contaminación genética, transmisión de enfermedades y de parásitos nuevos, alteraciones de la estructura del hábitat, etc. Los ambientes acuáticos son especialmente vulnerables, por lo que actualmente la introducción de especies fluviales se ha convertido en una de las principales amenazas para la diversidad e integridad genética de las especies autóctonas.

    J.G.F. Grupo 19

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